Consideramos que, para lograr un adecuado cuidado, manejo y uso responsable de la naturaleza, es indispensable la participación comunitaria, la cual debe partir de la propia identificación y análisis de sus necesidades y problemáticas y de la voluntad para organizarse e involucrarse en resolverlos con responsabilidad. Con base en diagnósticos comunitarios/regionales participativos y los procesos de formación comunitaria desarrollados a través del programa de Socialización popular Ambiental, este programa empodera a las autoridades y líderes de los Concejos Comunitarios de Desarrollo, Concejos de Autoridades Ancestrales y mesas de diálogo regional para analizar críticamente la realidad socioambiental y accionar para proteger sus territorios y bienes naturales.
Creamos los espacios y mecanismos participativos necesarios para planificar conjuntamente, vinculando los aspectos científicos-técnicos y los intereses/necesidades locales, para establecer voluntariamente acuerdos, normativas e iniciativas comunitarias consensuadas para conservar y administrar con responsabilidad sus tierras y biodiversidad, con pertinencia cultural y respeto al derecho consuetudinario. Desde 2011 a la fecha, más de 120 comunidades Maya-Q´eqchi´ han participado en el programa. Al menos el 40%, han establecido acuerdos internos a favor de la conservación y uso responsable de la vida silvestre y su hábitat. Este programa también ha contribuido a frenar la venta y el arrendamiento de tierras comunitarias para palma africana y ganadería extensiva en más de 50 comunidades.